Es posible que tu niño ya no tenga problemas para mantenerse seco durante el día, pero la noche es un asunto totalmente diferente. Sin embargo, no debes desanimarte, porque la noche es generalmente la parte del día que al niño más le cuesta controlar. Pero un poco de planificación y paciencia pueden ayudar a que tu pequeño lo logre.
- Prepararse para la noche. Cuando sea hora de ir a la cama, toma medidas adicionales para que tu hijo esté cómodo. Si necesita protección adicional por la noche, ponle Calzoncitos Entrenadores Pull-Ups® Night*Time porque tienen absorción adicional y mantienen la coherencia con el entrenamiento para ir al baño. Además, asegúrate de que el camino de tu hijo hacia el baño esté bien iluminado, y libre de juguetes. Deja una luz de noche encendida en el baño durante la noche para que tu hijo pueda encontrar todo lo que necesita.
- Limitar los líquidos antes de ir a dormir. Algunos niños pequeños se acostumbran a llevar un biberón o vaso con tapa a la cama para poder dormirse. Pero esto puede causar que tu pequeño tenga que ir al baño durante la noche. Evita dejar vasos llenos de agua cerca de la cama, y en lugar de eso ofrécele a tu hijo un poco de agua antes de arroparlo.
- La actitud es todo. Después de una noche en la que tu hijo se mantuvo seco, ¡celebra! Prepárale su desayuno favorito y déjalo ver su video favorito. Incluso puedes llamar a la abuela para darle la buena noticia. Si bien tu hijo probablemente no tiene ningún control en cuanto a mantenerse seco durante la noche, aprenderá a asociar una noche seca con otras grandes cosas, y hará el esfuerzo adicional para completar el entrenamiento.
Además, asegúrate de que el camino de tu hijo hacia el baño esté bien iluminado, y libre de juguetes.’